Hasta 1792 la ciudad se abastecía únicamente a través de tres fuentes alimentadas con las aguas procedentes de las cumbres del interior de la isla mediante acequias y túneles insalubres que recorrían el Guiniguada, salvando 44 km de distancia.
A partir de entonces, las nuevas demandas urbanas exigieron la búsqueda de alternativas; motivando la creación de un nuevo acueducto que transformó el nacimiento de Fuente Morales en la única fuente de abastecimiento de agua potable en la ciudad.
El pilar de Santo Domingo fue, precisamente, una de las fuentes que se abrieron aprovechando esta conexión. Así, las aguas del naciente atravesaban el barranco por su flanco derecho durante 6 km para terminar brotando por alguno de los 3 hilos de esta fuente.
Aunque el flujo no solía ser continuo, sino que funcionaba con horarios restringidos... desde la seis de la mañana a las 14 o 15 de la tarde en época estival, o desde las 3 de la mañana...